La MAFIA argentina ha recalado en Cochabamba. Pero que no cunda el pánico: no se trata de una organización criminal consagrada a actividades ilegales, violentas y perniciosas, sino de un proyecto de fotógrafos argentinos entregado al desafío de construir una mirada colectiva sobre la realidad que le rodea.
Y es que MAFIA es, en verdad, la sigla que representa al Movimiento Argentino de Fotógrafos Independientes Autoconvocados, que participa en la Semana de la Comunic-acción y las Tecno-lógicas, que se desarrolla desde el lunes pasado en el Martadero (calle Ollantay esquina 27 de Agosto) y que concluirá este fin de semana (ver programa completo).
Y es que MAFIA es, en verdad, la sigla que representa al Movimiento Argentino de Fotógrafos Independientes Autoconvocados, que participa en la Semana de la Comunic-acción y las Tecno-lógicas, que se desarrolla desde el lunes pasado en el Martadero (calle Ollantay esquina 27 de Agosto) y que concluirá este fin de semana (ver programa completo).
Gonzalo Pardo, uno de los 10 integrantes del colectivo, llegó como invitado para intervenir en las diferentes actividades programadas para el Encuentro de Trayectorias Tecnológicas, el Festival de Comunicaciones Comunica-Telartes y el Festival Latinoamericano de Mediactivismo Faccao, los tres eventos a los que está dedicada la Semana de la Comunic-acción y las Tecno-lógicas. Y su visita ha sido también aprovechada para impartir un taller sobre la construcción de la mirada colectiva.
Lo de la mirada colectiva parte de la premisa de que "todos miramos la realidad de manera distinta. La filtramos según nuestras vivencias y emociones, nuestra sensibilidad e historia", refiere el texto de presentación del taller que dictó la pasada jornada. "Mirándonos construimos constantemente nuestra identidad. Con el desafío de amalgamar esas miradas y edificar una que interprete la realidad desde la pluralidad y la diversidad, MAFIA abre el juego para descubrir esa identidad a través de un mirar conjunto", añade el documento.
Pardo considera que la experiencia en Cochabamba es una oportunidad tanto para compartir la metodología de trabajo de MAFIA como para aprender otras modalidades de acción capaces de contribuir a enriquecer el quehacer creativo del colectivo. "Nuestras dinámicas de trabajo son horizontales y colaborativas en todas las instancias", apunta Pardo sobre la experiencia de MAFIA, un colectivo que se formó casi accidentalmente en 2012, cuando, en un contexto signado por manifestaciones callejeras en Argentina, una colega fotógrafa recibió amenazas, lo que llevó a los fotógrafos hoy miembros del colectivo a juntarse, organizarse y fotografiar. "Sin patrones, colectivamente, y mirando entre todxs. Documentando plural e independientemente el acontecer diario de nuestra realidad. Así nació MAFIA", precisa el relato sobre el nacimiento del proyecto que está en su página web.
"Hay una forma de trabajar con la fotografía que no es solitaria, que no es individual, sino que se enriquece cuando trabaja de forma grupal, se enriquece con las miradas de todos, se enriquece con el debate. Se puede generar un trabajo con mucho mayor impacto y mucha mayor calidad humana, en la singularidad y en la diversidad, cuando se puede mirar en conjunto realmente", explica Pardo. De esta dinámica pudieron dar cuenta quienes participaron del taller que dictó Pardo en el Martadero ayer martes.
Esta filosofía de trabajo se concreta en la puesta en común de todas las iniciativas que encara MAFIA. Una suerte de asamblea evalúa las propuestas para, en lo posible, alcanzar un consenso sobre ellas. Cuando no hay un consenso, se decide por mayoría. "Pero siempre tratamos de contemplar la singularidad de todos, los desacuerdos que puede haber", aclara, a tiempo de señalar que los 10 integrantes del movimiento no se juntaron por afinidades ideológicas o estéticas, sino por el deseo compartido de hacer "algo". "Lo que era ese 'algo' lo fuimos descubriendo en el camino con mucho debate, con mucho trabajo y hoy, a pesar de que somos una experiencia bastante líquida, que va cambiando mucho, hemos llegado a una metodología de trabajo que sentimos que nos representa", asegura. Esa metodología consiste en lo que explicaba más antes: la búsqueda del consenso en todas las instancias de planificación y producción de fotografías.
Lo de la mirada colectiva parte de la premisa de que "todos miramos la realidad de manera distinta. La filtramos según nuestras vivencias y emociones, nuestra sensibilidad e historia", refiere el texto de presentación del taller que dictó la pasada jornada. "Mirándonos construimos constantemente nuestra identidad. Con el desafío de amalgamar esas miradas y edificar una que interprete la realidad desde la pluralidad y la diversidad, MAFIA abre el juego para descubrir esa identidad a través de un mirar conjunto", añade el documento.
Pardo considera que la experiencia en Cochabamba es una oportunidad tanto para compartir la metodología de trabajo de MAFIA como para aprender otras modalidades de acción capaces de contribuir a enriquecer el quehacer creativo del colectivo. "Nuestras dinámicas de trabajo son horizontales y colaborativas en todas las instancias", apunta Pardo sobre la experiencia de MAFIA, un colectivo que se formó casi accidentalmente en 2012, cuando, en un contexto signado por manifestaciones callejeras en Argentina, una colega fotógrafa recibió amenazas, lo que llevó a los fotógrafos hoy miembros del colectivo a juntarse, organizarse y fotografiar. "Sin patrones, colectivamente, y mirando entre todxs. Documentando plural e independientemente el acontecer diario de nuestra realidad. Así nació MAFIA", precisa el relato sobre el nacimiento del proyecto que está en su página web.
"Hay una forma de trabajar con la fotografía que no es solitaria, que no es individual, sino que se enriquece cuando trabaja de forma grupal, se enriquece con las miradas de todos, se enriquece con el debate. Se puede generar un trabajo con mucho mayor impacto y mucha mayor calidad humana, en la singularidad y en la diversidad, cuando se puede mirar en conjunto realmente", explica Pardo. De esta dinámica pudieron dar cuenta quienes participaron del taller que dictó Pardo en el Martadero ayer martes.
Esta filosofía de trabajo se concreta en la puesta en común de todas las iniciativas que encara MAFIA. Una suerte de asamblea evalúa las propuestas para, en lo posible, alcanzar un consenso sobre ellas. Cuando no hay un consenso, se decide por mayoría. "Pero siempre tratamos de contemplar la singularidad de todos, los desacuerdos que puede haber", aclara, a tiempo de señalar que los 10 integrantes del movimiento no se juntaron por afinidades ideológicas o estéticas, sino por el deseo compartido de hacer "algo". "Lo que era ese 'algo' lo fuimos descubriendo en el camino con mucho debate, con mucho trabajo y hoy, a pesar de que somos una experiencia bastante líquida, que va cambiando mucho, hemos llegado a una metodología de trabajo que sentimos que nos representa", asegura. Esa metodología consiste en lo que explicaba más antes: la búsqueda del consenso en todas las instancias de planificación y producción de fotografías.
Uno de las señas determinantes de este modelo de trabajo es la opción por la firma colectiva. "Nadie firma sus fotos. Todos las fotos que se publican en MAFIA son fotos de MAFIA", manifiesta. "Entonces, llega un punto en el que ya no es importante quién apretó el botón de la cámara, porque es solo un accesorio; lo que es más importante es el debate que se tuvo antes para elegir por qué se quiere cubrir determinado tema, la charla previa para saber qué nos pasa con ese tema, ir juntos a hacer la cobertura, la edición posterior en conjunto para elegir lo que se quiere mostrar", agrega. Así, la firma colectiva resume la voluntad del grupo de trabajar colaborativa y colectivamente hasta "remover los egos" de sus 10 miembros, que entienden que "trabajando juntos no somos 10, sino que la sumatoria es algo muchos más grande que 10 personas juntas".
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