Texto y fotos: Milton Caballero
Más allá de los tradicionales discursos de despedida y la interpretación de
los pianistas destacados, el XI Festival Nacional de Piano (Festipiano), que se
celebró en la población colonial de Totora (provincia Carrasco de Cochabamba) en
días pasados, fue invadido, en su acto de clausura, por un aire nostálgico
cuando el presidente del Comité Organizador del evento musical anunció su
renuncia por causas de salud.
José Piti Novillo, totoreño y
otrora periodista, estuvo a la cabeza del festival durante 11 años
consecutivos. A manera de despedida, el comité que presidió entregó al
Gobernador de Cochabamba, Edmundo Novillo (también totoreño), un libro lleno de
firmas que solicita la donación de un piano de cola nuevo para el festival que
se celebra en Totora anualmente. (Más información sobre Totora y su Festipiano
aquí .)
Según el compositor y afinador de pianos Roberto Martínez, el piano de cola
del municipio de Totora data de 1905 y muestra importantes signos de deterioro
en los clavijeros, el block y las cuerdas, por lo que no debería usarse para
las exigencias de un festival que, a la vez, es un concurso de piano.
Sin embargo, el ambiente festivo suspendido por la renuncia de José Novillo
retornó cuando el Comité Organizador del Festipiano regaló un piano vertical
pequeño a una adolescente totoreña que, a partir de ahora, será profesora de
piano en esta localidad.
El compromiso del Gobernador de gestionar la dotación de un piano de cola
ante el Gobierno central y de dos pianos verticales ante los patrocinadores del
evento también entusiasmó al público, aunque se escucharon voces escépticas,
como la que calificó el anuncio como “otra promesa electoral”.
En comparación con años anteriores, y como dice la canción oficial del
Festipiano, “el festival crece, crece, …”,
tanto en la participación de
músicos como la asistencia de público. Sin
embargo, el gran reto para 2015 es
conseguir que los comunarios que viven en las laderas del centro de Totora también
participen del evento, tanto en los conciertos como las verbenas populares que se
realizan en la plaza principal de esta localidad.
Otra tarea pendiente es ampliar la oferta hotelera y también está la
necesidad del techado del escenario principal. Esta última asignatura se hizo
aún más evidente debido a que, durante el acto de clausura del Festipiano 2014,
el viento hizo caer cuatro tejas sobre la zona dispuesta para el público. Afortunadamente
no se registraron heridos.
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