Dos redes de
comunicación y cultura nacidas en Brasil rompen fronteras para
conectarse y conectar a otros colectivos en América Latina. Moneda
propia, un banco de recursos, todo se consigue con principios de
solidaridad, imaginación y la decisión de no rendirse nunca a la
hora de trabajar por los derechos humanos.
Rocío Recalde /
Cochabamba
Otro
mundo es posible. Lo afirman y sostienen Carol Tokuyo y Driade
Aguilar, representantes de dos de las redes de cultura y comunicación
más grandes de Brasil: Fora de Eixo (Fuera de Eje) y Midia Ninja,
respectivamente. Carol es la encargada del núcleo internacional de
Fora de Eixo, el que articula todos los ejes a nivel continental:
Banco de las redes MINKA, la Universidad de las Culturas y Facción,
entre otros. Driade trabaja en comunicación, en la gestión de las
comunidades en línea, además de realizar coberturas en general para
Midia Ninja y operar en el equipo internacional de acciones en
América Latina.
Ambas
estuvieron en Bolivia, durante la semana de la Comunic-acción y las
Tecno-lógicas, que a fines de agosto de 2014 reunió a
representantes de diversos colectivos latinoamericanos en la sede de
mARTadero, Cochabamba.
El
“eje” de la historia
Fora de Eixo es una red colaborativa y descentralizada
de trabajo. Está constituida por colectivos de cultura guiados por
los principios de economía solidaria, asociaciones y cooperativismo,
de promoción, formación e intercambio entre redes sociales de
respeto a la diversidad, a la pluralidad y las identidades
culturales. Asimismo, de empoderamiento de las personas para el
alcance de su autonomía en cuanto a gestión y participación en los
procesos socioculturales, de creatividad, de innovación y
renovación, de democratización del desarrollo, intercambio y uso de
tecnologías libres aplicadas a las expresiones culturales y de
sostenibilidad dirigida al desarrollo y uso de tecnologías sociales.
Así
lo enuncia la “Carta de Principios” que data de 2009, si
bien la historia de esta red de colectivos se remonta a 2001, cuando
estudiantes de la carrera de Comunicación Social de la Universidad
de Cuiabá empezaron a articularse alrededor de festivales
independientes de música. El lugar de encuentro era Espacio Cubo,
sede de la organización cultural colectiva de Cuiabá, donde el aún
incipiente movimiento cultural puso en marcha sus actividades en
2002. Así empezó a consolidarse un discurso y acciones enfocadas en
fomentar el desarrollo del mercado cultural alternativo y
autosostenible. Espacio Cubo funcionó como catalizador de propuestas
artísticas diversas; primero la música y luego muchas otras
expresiones, como el teatro y las artes visuales.
Poco
a poco, más colectivos se unieron a la iniciativa desde ciudades
como Rio Branco (AC), Uberlândia (MG) y Londrina (PR), hasta que en
2005 Fora de Eixo se consolidó como colectivo cultural. En la
actualidad, esta red está conformada por 2.000 gestores distribuidos
en 300 ciudades de las 27 provincias de Brasil.
Aparte
de la capacidad de autogestión y la realización de festivales en
ciudades alternativas, vale decir fuera del eje Rio de Janeiro/Sao
Paulo (donde el circuito cultural era ajeno para el ciudadano común),
surgió una propuesta que en 2004 pateó el tablero: la tarjeta Fora
do Eixo, un sistema de trueque de servicios que ha permitido a
pequeños colectivos artísticos “vivir” de su arte y talento.
Ésa es la nueva moneda.
Basados
en esta nueva “economía colaborativa” se instala el concepto de
“dedicación exclusiva”, es decir, los colectivos empiezan a
vivir juntos de manera comunitaria en seis casas regionales, una en
cada una de las macrorregiones de Brasil. Viven y trabajan todo el
tiempo, no hay una separación entre trabajo y vida privada, y, al
ser una organización horizontal, nadie recibe un sueldo fijo y los
recursos que ingresan son para todos.
La
filosofía de Fora de Eixo
¿Qué
es Fora de Eixo?
C.T.:
Una red de Brasil que conecta colectivos de cultura y comunicación
que trabajan con derechos humanos; estamos en casi 300 ciudades en
Brasil y ahora con varias conexiones internacionales.
¿Cómo
fue el reto de articularse con otros países de Latinoamérica y
Europa?
D.A.:
Hay una articulación muy fuerte desde hace algún tiempo, porque
hemos encontrado a algunas personas que son parecidas a nosotros,
como la gente de Telartes en Bolivia. La articulación se da en
varios niveles, desde eventos grandes como Grito Rock que moviliza a
mucha gente y nos permite ubicar a artistas para traerlos de todas
partes de la región a Brasil, o las invitaciones para ir a otros
países y así conocer a más personas que se conectan con nuestra
red. Ahora estamos buscando esas conexiones en varios frentes, como
con Minka Banco de las Redes, o en comunicación con Facción o con
la Universidad de las Culturas. Hay varios niveles de construcción
colectiva y siempre de manera muy abierta.
¿Por
qué nace la necesidad de salir del Brasil?
C.T.:
La verdadera pregunta es ¿Por qué las fronteras? Porque mientras
más gente sumamos a los proyectos colaborativos, más se enriquecen.
Entonces, no fue una necesidad salir de Brasil, eso se dio de manera
orgánica. Empezamos a conectar a gente que tenía temas, intereses y
ejes comunes y eso traspasa las fronteras. No es que quisiésemos
salir del país. Es lo que estaba pasando, nos invitaban de todas
partes y ahí se generaron conexiones. Ahora nosotros decimos que
somos un equipo transnacional. Somos la base social de un movimiento
de las culturas a nivel Latinoamericano. Yo trabajo en la base de
todo ese sistema, no sólo para Brasil, trabajo mucho en las
conexiones latinas. Yo hoy vivo en Brasilia pero, mañana puede ser
en otra parte. En nuestro movimiento, romper con lo local y los
territorios es muy fuerte.
¿Cuál
es la filosofía de vida de Fora de Eixo? ¿Es cierto que comparten
todo? ¿Hasta su ropa?
D.A.:
Bueno, lo de la ropa es un síntoma (risas). Desde el inicio, Fora
siempre está tratando de superar los desafíos que se nos plantean,
y son varios al trabajar con culturas, con comunicación, uno de
ellos es la sostenibilidad. Nos dijimos entonces, ¿cómo lo
superamos de una forma que sea orgánica, natural y saludable para
nosotros? La “filosofía” en las casas de Fora de Eixo (casas
comunes) es que estamos dispuestos compartir todo. Compartimos
nuestra vida, nuestras ideas, nuestra economía, yo puedo estar
dispuesta a compartir a mi mamá (risas). Estamos abiertos para
compartir todo. Esta predisposición es la que rige en las casas.
MINKA
Banco de las Redes
¿Cómo
nace la iniciativa de crear una moneda?
C.T:
Si hay una palabra que define a Fora de Eixo, ésa es “coraje”,
la capacidad de no ceder ante los obstáculos que para nosotros son
retos de superación. La moneda surge como una solución creativa
para lograr la sostenibilidad. Teníamos la necesidad de viabilizar
nuestras producciones y llegamos a un punto en el que necesitábamos
dinero y no lo teníamos. Esto sucedió en 2004, cuando creamos
nuestra primera moneda. Y la creamos para sistematizar los
intercambios que ya estaban ocurriendo con otros colectivos en campos
como los de la alimentación, planes de salud, tiendas de ropa,
hoteles, peluquería, lo que creó una sustentabilidad más amplia,
además de los servicios que ya compartíamos. Hay varias monedas,
cada colectivo desarrolla la propia; pero todas están
interconectadas bajo un sistema, que funciona como un sello común y
que llamamos “Fora de Eixo Cards” (Tarjetas Fuera de eje).
¿Así
nace MINKA, el Banco de las Redes?
C.T.:
Creamos las monedas y esto dio un marco más amplio de conexión para
varias iniciativas. Originalmente se había creado el Banco Fora de
Eixo, cuyo mayor logro fue manejar su sustentabilidad en un 80% en
moneda complementaria y sólo un 20% en dinero. Si sólo nosotros,
como Fora de Eixo, ya conseguimos eso, ¿se imagina como sería si
cada colectivo creara su propia economía colaborativa? A partir de
la suma de estas experiencias colaborativas nació MINKA que, al
agrupar todas las experiencias, se transforma en un banco de recursos
de equipamiento para todos los colectivos conectados. Si necesito
algo, digamos muebles, y hay disponibles, sabemos dónde están. Es
un banco de recursos, no de dinero. Nos dimos cuenta de que la
economía “formal” no pasa sólo por el dinero, que hay
movimientos que se pueden sostener con otros recursos y hay que
aprender a valorarlo; eso es sustentabilidad. Es un cambio de
comportamiento que nos ayuda a revalorizar las relaciones de
sociedades y de redes.
#TodosSomosNinja
Mídia Ninja
(Narrativas Independientes, Jornalismo y Acción) es una red de
periodistas independientes y autogestionados, que nace del seno de
Fuera de Eje y a partir de una iniciativa previa en comunicación
llamada POSTV. La Red de periodismo Ninja es conformada por jóvenes
activistas brasileños que se conformó en 2011 como alternativa a la
prensa tradicional brasileña.
Su gran catapulta
mediática a nivel mundial se dio durante las protestas sociales de
2013, cuando la sociedad brasileña salió masivamente a las calles a
manifestarse contra la corrupción política, el incremento de
tarifas en el transporte público, la visita del Papa Francisco y las
controvertidas inversiones para la Copa Mundial de Fútbol Brasil
2014.
Su arma es el
“periodismo ciudadano”, la difusión de contenidos alternativos a
través de redes sociales como Twitter o Facebook y, específicamente,
las transmisiones en tiempo real a través de twitcasting o
tecnologías de telefonía móvil.
¿Cómo
resumir lo que es Midia Ninja?
D.A.:
Es una red de periodistas y comunicadores que trabajan en conjunto.
La red se lanzó oficialmente en marzo de 2013, pero es una
iniciativa que ha sido gestada y pensada por lo menos desde hace diez
años. Hemos llegado a un punto en Brasil, tras 30 años de vivencia,
en el cual la comunicación “mainstream” está en manos de ocho
familias que manejan los medios de televisión, radio, periódicos y
la difusión de la tecnología de internet. Nosotros nos propusimos
hacer algo nuevo, algo diferente y visible. Entonces nos movimos en
Facebook, Twitter y la web. La idea principal era usar la red para
difundir noticias de lugares que no tienen espacio en los medios
tradicionales, llevamos noticias del Brasil profundo. También
queremos llevar noticias de otras regiones de Latinoamérica. No hay
medios que informen en Brasil sobre América Latina.
¿Qué
es el periodismo de guerrilla?
D.A.:
Es una forma de decir que el periodismo se hace con lo que se tiene,
independientemente de las conexiones, de si estamos en medio de un
conflicto, si hay poco material, si estamos prohibidos por el
gobierno o la policía de hacer algo, nosotros igual hacemos la
cobertura. Es una forma de hacer periodismo con lo que hay, con pocos
fondos.
¿Cuál
es el objetivo final, el norte?
D.A.:
Ninja no tiene un objetivo final, casi ninguno de los colectivos de
la red Fora de Eixo lo tiene. Quizás el intento de cambiar los retos
de la comunicación latinoamericana es más una consecuencia que un
objetivo. Nosotros buscábamos conectar a los comunicadores,
fotógrafos, videastas y periodistas a través de narrativas
distintas. Ninja es solo un aplicativo más dentro de la red de Fuera
de Eje, no es paralela, es parte del todo.
¿Qué
crees que los posicionó en el tablero mediático brasileño? ¿Qué
fue lo que trajo el éxito, los reconocimientos internacionales, los
premios?
D.A.: Hay varias
cosas que analizar. ¿Por qué Ninja tuvo la repercusión que tuvo?
Fue por la época. Brasil lleva ya un trabajo de 40 años en medios
libres, hay organizaciones muy fuertes constituidas desde el “Foro
brasileño mundial de Midia Libre”, que es uno de los organizadores
del Foro Mundial de Media Libre, donde se agrupan radios comunitarias
y canales alternativos.
Por otro lado,
estamos construyendo una conciencia nacional, existe la necesidad de
quebrar con la falsa narrativa impuesta por los medios tradicionales
de que Brasil es sólo un país pacífico y de fiesta. Lo que sucedió
en junio de 2013 fue un choque frontal contra esa narrativa, mientras
los medios mostraban una cosa, nosotros mostrábamos otra y en tiempo
real y sin cortes. Era la gente en protesta en las calles. Esto
colocó al país en el mapa del conflicto. Nos sumamos a los
movimientos de la onda global, a la cual los sociólogos se refieren
como la primavera árabe, Occupy Wall Street y otros. Los
midiactivistas que estaban produciendo contenido en esos días,
estaban en esa onda global y por eso sobresalieron.
Por último, está
la propuesta informativa de Ninja; como red apostamos muy fuertemente
por buscar la estética, junto con la producción de contenido
profundo. Para nosotros es tan potente tener una buena foto, como un
texto que explique en detalle lo que está pasando. Y algo más, que
quizás captó la atención de la gente, es que no tenemos vergüenza
de decir que somos un medio de izquierda, un medio que lucha por la
defensa de los derechos humanos.
C.T.: Hay algo más.
Durante años estuvimos construyendo el discurso en Fora de Eixo con
cada colectivo, que es: “tienen que ir construyendo poco a poco su
propio discurso y formas de narrativa”. El momento potenció lo que
ya teníamos y veníamos preparando desde hace años. Lo que sucedió
en junio 2013 con nosotros fue un resultado muy orgánico, era la
respuesta natural a lo que ya veníamos preparando.
¿Todos somos Ninja?
D.A.: Sí, todos
somos Ninja (en referencia al hashtag que se popularizó durante las
manifestaciones de Brasil #TodosSomosNinja). No hay necesidad de ser
un comunicador para ser un Ninja, no es necesario tener títulos, lo
único que necesitas es tu cámara, algo que contar, sentirte
empoderado por la tecnología y tener la voluntad para hacerlo. Sí,
todos somos Ninja.
¿Necesitamos más
Ninjas en otros países de Latinoamérica?
C.T.: Ése es el
reto de Facción. Ninja es una marca, pero no importa el nombre, lo
que se busca es preparar y capacitar a más periodistas y
comunicadores libres que generen información, contrainformación y
que la hagan circular para Latinoamérica y para Brasil. A Brasil no
llegan noticias de Latinoamérica, salvo lo que los grandes medios
están hablando. Es un espacio muy grande que nadie está ocupando y
que es necesario tomar.
Los retos de
Facción
Facción es un
encuentro Latinoamericano de Mediactivismo que desde 2013 convoca a
activistas, colectivos, periodistas, comunicadores, blogueros,
artistas, agentes desarrolladores de tecnologías libres de más de
15 países de Latinoamérica, reunidos para debatir y construir
propuestas en torno de la democratización de la comunicación y la
información. De estos dos encuentros nace Facción Latina, una nueva
red de comunicadores articulados en el continente.
¿Qué es Facción
Latina?
D.A.: Facción es
una red independiente de comunicación, sostenida desde la
participación y colaboración entre colectivos y mediactivistas de
Latinoamérica. El segundo encuentro de Facción Latina se hizo en
Cochabamba del 29 al 31 de agosto de 2014, como parte de la semana de
la Comunic-acción y las Tecno-lógicas. Lo que buscamos es seguir
trabajando en las líneas que ya se dieron en 2013, durante el primer
encuentro. Hemos invitado a periodistas, activistas, fotógrafos,
videastas, radialistas de colectivos de más de 15 países de
Latinoamérica, para que se junten a pensar nuevas narrativas, nuevas
formas de contar a América Latina.
C.T.: Nosotros
creemos que es posible crear narrativas libres sobre Latinoamérica a
través de Facción. Es una necesidad. La idea no es tener un Ninja
en Latinoamérica, lo que queremos es formar comunicadores en
tecnología y herramientas. Todos los colectivos reunidos en
Cochabamba tienen una gran fuerza en cada uno de sus países:
Telartes (Bolivia), M.A.F.I.A. (Argentina), Platohedro (Colombia).
¿Cuál es el gran reto?: conocer a las personas para conectarlas a
nivel internacional. El reto es precisamente ése, conectar a las
personas del continente. Hay mucha demanda de eso, la demanda de un
mundo más diverso que queremos construir desde todos los colectivos
en los que estamos trabajando.
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