martes, 2 de diciembre de 2014

Cachorros negros para curar fracturas, y otras “tradiciones” nacionales


Movilización en Santa Cruz el 28 de noviembre.

El proyecto de ley de defensa 153/2014-2015 abre la posibilidad de dejar fuera de la consideración de maltrato a ritos y usos medicinales de animales por parte de pueblos indígenas y afroboliviano. El artículo de “excepción” divide a los animalistas a la hora de exigir la aprobación de la norma 
Iblin Linarez, Gemma Candela, Santiago Espinoza
Perros, lagartos y quién sabe qué animales más forman parte de las recetas que “médicos tradicionales” en La Paz entregan a sus pacientes con la promesa de aliviar un dolor persistente y hasta curar fracturas de huesos.
“¿En qué estado mental el primer hombre utilizó su boca para desgarrar y llevó a sus labios la carne de una criatura muerta… y se aventuró a llamar eso alimento?”, se preguntaba el historiador griego Plutarco. Si viviera hoy y su morada fuese Bolivia, añadiría a su duda ese momento en que el que el humano decidió matar animales para ponerlos sobre sus heridas y llamar a ello medicina.
La sangre de perros negros, que deben tener sólo un mes de edad, se usa para hacer emplastos y colocarlos sobre cualquier tipo de fracturas. Por el animalito se cobra de Bs 10 (si es hembra) a 35 (si es macho) en la feria 16 de Julio de El Alto (La Paz) que se instala cada jueves y domingo. El paciente debe comprarlo y llevarlo vivo para que el “doctor” prepare el remedio. Así se prescribe en el negocio de medicina Kallawaya naturista que se halla en la avenida Naciones Unidas de El Alto, cerca del polifuncional, a donde se llega por referencias orales y recomendaciones. El consultorio está al final de una calle repleta de tiendas que fletan ropa de danzas folklóricas; es pequeño, lleno de vitrinas rebosantes de pomadas varias. Detrás del mostrador y de una cortina se atiende a los pacientes.


                                              Llamitas colgadas en una tienda en la calle Linares, La Paz.
La asistente del “especialista” hace las preguntas. Luego de explicarle que la fractura en la muñeca no sana, que duele y que el médico del hospital no ayuda, se accede a la trastienda y allí, tras una breve consulta, llega la prescripción. El tratamiento que tiene como víctima al perro cuesta Bs 130 y el paciente debe conseguir al animal.
La otra opción curativa es el lagarto, que sí hay en el consultorio. El tratamiento para heridas abiertas y “dolores de huesos” demanda Bs 170, más Bs 20 por cada reptil que se requiera: “Se aplica el cuerpo del lagarto en la zona afectada y, como son chiquititos, se usa más de tres, dependiendo de la herida”, continúa la asistente que garantiza el éxito de la curación.
La víctima fatal 
Es jueves, día de feria y el caos es grande en la 16 de Julio. En la calle Arturo Valle hay plantas, flores y a lo lejos se oyen ladridos y maullidos. Hay varios perros y gatos de color negro. Por algunos de los canes se pide hasta Bs 1.200, dependiendo de la raza, pero éstos no son para sacrificar sino para engreír; los otros, los que van a ser sacrificados en aras de la medicina, están en bañadores, cajas y latas. “Yo no vendo perros para curar, eso es muy cruel”, asegura uno de los vendedores. El can negro que se usa para curar es el que se conoce como mestizo.

                                          Cachorros exhibidos en jaulas en la Feria 16 de Julio, El Alto.
Para evitar que se los lleven con fines curativos, algo que no pueden saber con certeza, algunos de los comerciantes esperan a que los animales cumplan dos o tres meses para llevarlos a la feria. “Dicen que el perro negro es más fuerte y su sangre es mejor, pero yo ni loco te vendo para eso, el animal siente y tiene su santo”, asegura el hombre. 
Los perros que se llevan para curar no deben ser tocados por las manos del comprador; “éstos piden que se los meta en una bolsa negra; no los tocan porque los van a hacer matar y eso les puede traer mala suerte”. Quien así habla dice que como vendedor afiliado a la asociación San Roque, el santo de los perros, evita vender las crías con “esos fines”, pero hay muchos otros que las entregan indiscriminadamente a cambio de unos pesos y ésos no formarían parte de la asociación.
Uno de los perros más caros de esta feria cuesta Bs 1.200 y el vendedor dice que pertenece a la raza Crestada china. No es muy acariciable que se diga, pero es visto como una fuente de alivio… Bueno, al menos la orina. Apenas fue puesto en el piso y dio señales de que iba a dejar correr el líquido despreciable para muchos, una señora lo recogió y frotó sus piernas con él. "El orín es bueno contra el reuma". Al menos, en este caso el animal no sufre.
Curar el alma con un cuis
En Charazani (provincia Bautista Saavedra de La Paz), de donde proceden los kallawayas, cuya especialidad es el manejo de hierbas con fines curativos, hay también prácticas que hacen presa de los animales.
Pequeños conejitos, de los llamados cuis, son usados para curar el alma del paciente o transferir los males de éste al roedor. El kallawaya pide a la persona que respire sobre el conejo y, una vez que lo hace, abre al animal, vivo, usando sus manos, más exactamente sus uñas; el objetivo es leer en el corazón latiente la suerte del paciente y, si observa algún problema, hacer que se extinga junto con el conejo.
Este ritual fue cumplido para rendir honores a las autoridades que llevaron la certificación del título de Patrimonio Intangible de la Humanidad, concedido por la Unesco a la medicina kallawaya, a principios de los 2000. 
Ni cerdos ni patos se salvan 
Degollar una llama y que su sangre bañe la tierra; usar sullus o fetos de llama (y no sólo fetos, también llamitas con lana bastante crecidas y que llegan a costar Bs 300) para quemarlos y así agradecer a la Pachamama; recurrir con el mismo fin a fetos de chancho, “pues –explica Claudia, vendedora de la Ceja de El Alto– este animal escarba la tierra hacia adelante y eso es buen augurio” (estos cuestan de Bs 5 a 20) se suman a la lista de rituales andinos. 

Se podría añadir la venta de jugo de rana en pueblos del altiplano y en el mismo El Alto (http://www.bonews.org/noticia/109750/en-el-alto-venden-jugo-de-rana-aseguran-que-es-curativo) para supuestamente curar desde la anemia hasta el mal humor y cuyo preparado es de terror: la rana debe estar fresca, es decir viva, se la desolla y licúa junto con miel, polen, maca y frutas diversas. 

Y si en el occidente hay prácticas como las descritas, en el oriente son tradicionales las corridas de toros, las peleas de gallos y el pato enterrado, un “juego” en el que el ave es enterrada viva hasta el cuello; una persona con los ojos vendados sostiene con ambas manos un palo que descarga con fuerza sobre el suelo, tratando de acertar sobre la cabeza del pato. El objetivo es que quien le atine y lo deje noqueado (que no muerto), se lo lleve como premio. 

No a la vivisección de animales, ni a su sacrificio en rituales ni a su utilización en “odiosas” tradiciones son las peticiones de los colectivos de protección de los animales en Santa Cruz. Asociaciones Unidas en Defensa de los Animales (AUDA) convocó a una movilización el viernes 28 de noviembre para dejar claro que se necesita una ley en Bolivia, pero una ley que no abra puertas a prácticas crueles a título de la tradición.

“No nos oponemos a la ley, pero sí cuestionamos tres delicados puntos”, explica el abogado de AUDA, Mario Ressini, en referencia al proyecto de ley de defensa animal 153/2014-2015, al que se ha añadido un artículo de excepción, el número 15, a fin de reconocer derechos en el uso de animales para rituales entre los pueblos indígenas del país.
La propuesta de dicho artículo reza: "Las disposiciones del presente capítulo (que castiga los actos de crueldad contra los animales) no alcanzan los actos ejercidos por la medicina tradicional o ritos ancestrales conforme a usos y costumbres de los pueblos indígena originario campesinos, comunidades interculturales y afrobolivianos, siempre que estén enmarcados en la Constitución Política del Estado".
Para la diputada oficialista María Chuca, “en este tema de usos y costumbres, específicamente con temas de tratamientos médicos o rituales, (los sacrificios) no hacen sufrir al animal, (los indígenas) saben cómo hacerlo, se ha visto y vivido esto". Según la autoridad, las llamas que son degolladas en los rituales celebrados en las comunidades aimaras en el altiplano "no sufren", por lo que la sanción prevista por la ley no sería aplicable. Una sanción que, previa modificación del Código Penal, representaría de cuatro a seis años de cárcel. El presidente de la Cámara de Diputados Marcelo Elío también apoyó esta práctica tradicional, es decir que está de acuerdo con hacer la excepción en aras de la tradición.

Movilizaciones y desacuerdos
Arriba, gente a favor de la ley se colocó delante de la marcha de AUDA (Santa Cruz) y abajo, acivistas en La Paz. Movida del 28 de noviembre.


La manifestación en Santa Cruz fue parte de una movilización en las ciudades del eje central. En general hay consenso respecto de que es preciso “apoyar la promulgación, de una vez por todas, de una ley defensora o protectora de los animales”; pero hay discrepancias en vista de las salvedades que se pretende introducir.

Sobre costumbres como las descritas, en la norma “primero se prohíben y luego se abre la posibilidad de que se celebren mediante autorización”, destaca Ressini.

Lo propio pasa con la vivisección; el abogado argumenta que “hay una contradicción, porque si bien primero se la prohíbe, luego se abre la posibilidad de que se realice mediante una autorización, cuando una ley de este tipo debería ser taxativa y contundente”.

La noche de la marcha, la veintena de personas que se dieron cita en la Plaza del Estudiante, enarbolando fotos de animales torturados, avanzó por la calle Libertad cortando el tráfico hasta llegar a la plaza 24 de Septiembre, Allí se toparon con tres personas personas con una pancarta en la que se leía: “Estamos a favor de la ley 153. Pedimos su aprobación tal como está”. Hubo un pequeño altercado entre los dos grupos y finalmente el cartel de apoyo al proyecto de ley tuvo que ser retirado. 

En Cochabamba hay siquiera unas 10 organizaciones de animalistas.

En Cochabamba, las organizaciones exigen la pronta aprobación de la ley, pues consideran que será más fácil tener la norma vigente y luego ocuparse de solicitar la modificación del artículo conflictivo.

Los colectivos reconocen que, aunque el proyecto de ley es relativamente corto (apenas 15 artículos), su contenido resulta suficiente para comenzar a regular el trato a los animales en el país, en particular el que se dispensa los domésticos como perros y gatos, dice Daniela Zárate, de la organización ISIS-Programa de Protección Animal y Ambiental.

Algunas organizaciones consideran que el contenido del artículo excepcional no resultaría tan problemático, en vista de que no afectaría directamente a los animales domésticos, que, a diferencia de los silvestres, se hallan completamente desprotegidos a falta de una norma que regule su tenencia, cuidado y trato en el país.
En La Paz, la aprobación de la ley se considera un paso necesario, según Patricia Frías, una de las encargadas de CEDAB (Ciudadanos en defensa de los animales). Hay voces disidentes, como la de Animales SOS que preside Susana Carpio, y quien en su cuenta de Facebook argumenta que la norma no toca el tema del abandono o de la crueldad con la que se termina la vida de un animal en las faenas o mataderos. Para Frías, que en eso está de acuerdo con Zárate de Cochabamba, si se modifica el proyecto una vez más, tomará otros dos años, que deben sumarse a los cinco de lucha ya pasados, buscar su aprobación, con el consecuente desamparo de los animales domésticos. 

Las actividades de grupos como CEDAB continuarán para tratar de brindar información sobre esta nueva ley para que la gente no se siga oponiendo. “Si es necesario vamos a hacer huelga porque ya es el colmo cómo son maltratados estos animales”, aseguró Frías.

La huelga asoma como amenaza a los legisladores si no se avanza esta vez en la ley antes de que termine este 2014. Zárate y Frías dicen que a las marchas, que fueron poco concurridas en La Paz y Santa Cruz el 28 de noviembre, se sumarán medidas de presión más drásticas.

1 comentario:

  1. Excelente idea de negocio una tienda para perros, aquí podemos ofrecer además de animalitos unos bonitos accesorios para que ellos puedan divertirse.

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